TAMBORRADA INFANTIL de San Sebastian.
Historia de la tamborrada
No se sabe con exactitud cuándo ni cómo comenzó la Tamborrada. Algunos lo atribuyen al redoble que producían las chicas de servicio y sus acompañantes, menestrales y soldados, mientras esperaban su turno ante una de las tres fuentes que surtían de agua a San Sebastián. Sin embargo, hay también indicaciones de que comenzó en 1836 siendo una de las comparsas del carnaval donostiarra y que, a partir de entonces, se empezó a tomar como tradición festejar al patrón recorriendo las calles de San Sebastián. La melodía que sonaba por aquella época era una marcha de zortziko del maestro Santesteban hasta que en 1860 Raimundo Sarriegui escribió la Marcha de San Sebastián.
Los primeros participantes de la tamborrada salían de madrugada de la Sociedad La Fraternal y recorrían las calles hasta las 8 de la mañana, que se detenían entre las calles Iñigo y Narrica, para esperar la aparición de la sokamuturra. La Fraternal fue sustituida posteriormente por la Sociedad Unión Artesana, más adelante vino la tamborrada de Euskal-Billera y más tarde se fueron multiplicando las tamborradas por los barrios Donostiarras.
En un principio, los participantes iban disfrazados, pero más tarde se uniformaron. Los primeros uniformes utilizados reproducían los de los batallones Guipuzcoanos que intervinieron en la Guerra de la Independencia y tenían un estilo francés de vestimenta militar. A medida que se fue ampliando el número de participantes en la tamborrada, se dio entrada a otras compañías con otros uniformes.
En los últimos años, al ser tantas las nuevas compañías, la elección de uniformes debe hacerse sobre otros ejércitos y otras épocas. Pero se mantiene la fidelidad de reproducción y se mejora la calidad de los materiales empleados en su confección. Asimismo, cabe destacar que el traje tradicional de cocinero también se utiliza.

En la actualidad son 52 las compañías que conforman el desfile que cada 20 de enero recorre las calles del centro de la ciudad.